«Desafiando el Pasado: Cómo el Crecimiento Postraumático Ilumina Nuestro Futuro»
Como hijos adultos de hogares disfuncionales, una de las preguntas más importantes con las que la mayoría de nosotros luchamos a medida que avanzamos hacia la edad adulta es, ¿y ahora qué? Siempre pensé que nunca sería capaz de mantener una vida familiar plena y saludable. Llegué a pensar que no debería tener hijos porque me sentía tan deficiente en mis habilidades para las relaciones. A menudo percibimos que nuestra infancia fracturada nos ha dejado en un estado tal que no podemos asumir los desafíos que sin duda la vida nos presentará. ¿Cómo se puede esperar que manejemos este mundo si nunca nos dieron las herramientas?
Hoy, después de años de aprendizaje, crecimiento, introspección y trabajo con muchas otras víctimas de trauma, siento que he tenido éxito en mi vida familiar y laboral PORQUE mi pasado me ha enseñado una gran cantidad de habilidades valiosas. Llevaba tiempo pensando en esto, cuando la autora de Cómo hacer el Trabajo» y fundadora de la comunidad Self Healers, Dra. Nicole LePera, me lo confirma:
Que es Crecimiento Pos-Traumático?
La Dra. Nicole lo llama «Crecimiento postraumático» y dice que describe los cambios positivos que puede experimentar una persona después de un trauma. Me encantó tanto el concepto que lo compartí con mi equipo de inmediato. Un miembro lo leyó y me dijo que no podía dejar de pensar en cuánto resonaba con ella. Estaba cocinando con la mitad de su mente concentrada en su tarea y la otra dándole vueltas y vueltas a lo que acababa de leer. Se dio cuenta de que estaba usando su creatividad mejorada en ese momento exacto y continuó reconociéndose en los comportamientos presentados. Sentí que si podía ayudar a quienes trabajaban conmigo, ¡valdría la pena compartirlo con todos mis lectores también!
Estos son algunos ejemplos de habilidades positivas que tú, al igual que yo, pudimos haber desarrollado a través de traumas experimentados en la infancia:
Habilidades Positivas que podemos obtener cuando sanamos una experiencia traumática
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- Empatía: ¿Te encuentras en situaciones en las que puedes relacionarte fácilmente con los sentimientos de otra persona? ¿Puedes entender lo que la gente está pensando o sintiendo simplemente observando una situación? Es posible que hayas desarrollado un aumento en la empatía durante tu infancia que te permite identificar más fácilmente las emociones en los demás. Esta es una habilidad que es desconcertante para muchas personas, sin embargo, puede llegar fácilmente a ti y servirte en muchas situaciones que surgen en la vida cotidiana.
- Resiliencia: al crecer en un entorno traumático, tenías que ser capaz de adaptarte rápidamente a situaciones peligrosas para sobrevivir. La adaptabilidad es clave en la edad adulta, ya que te encuentras lidiando con la adversidad. Instintivamente sabes cómo y qué debes hacer para mantenerse a salvo en cualquier situación.
- Creatividad: ¿Qué mejor manera de canalizar tus emociones o dolor que usar tu imaginación para crear algo nuevo y hermoso? Lo más probable es que hayas estado usando tu imaginación para escapar de situaciones difíciles desde que eras un niño. Tu creatividad se ha ejercitado en un músculo fuerte y confiable. Como adulto, toma ese pincel, la aguja de tejer o la correa del delantal de chef y deja fluir tu creatividad.
- Humor: La capacidad de reír, o hacer reír a los demás, es un maravilloso mecanismo de afrontamiento. Encontrar el lado positivo de una situación oscura es más que divertido, nos permite desarmar las emociones negativas en nosotros mismos y en los demás, y alejarnos de esa situación con una sonrisa.
- Sabiduría: Nada puede enseñarnos sabiduría como la experiencia. Habiendo estado sujetos a muchas experiencias diferentes y complicadas en nuestra juventud, hemos aprendido lecciones invaluables. Como adulto, puedes reflexionar más fácilmente sobre una situación, encontrar comprensión en ella y usarla como un punto de partida de un lugar para aprender y crecer.
- Autoconciencia: Uno de los primeros principios del budismo es: La vida es sufrimiento. Nuestras experiencias traumáticas de la infancia nos han creado sufrimiento a una edad temprana. A partir de ese sufrimiento, somos capaces de encontrar crecimiento. Somos capaces de encontrar un nivel más profundo de autoconciencia a través de este sufrimiento que nos permite vernos a nosotros mismos y las situaciones más claramente.
Suena bien, pero qué pasa si... ¿no me siento de esa manera aún?
Una cosa muy importante para recordar es que ¡No estás solo! Basta con mirar la experiencia que tuve con un miembro del equipo. Ella fue capaz de leer y reconocerse a sí misma en estas cualidades, y esto le permitió ser vulnerable y abierta conmigo sobre sus propias experiencias. Pudimos compartir honestamente unos con otros de una manera relajada e informada. ¡No tengas miedo de conectarte con otros de la misma manera! Es posible que te sorprendas de todo lo que puedes compartir con otra persona. Después de todo, todos somos humanos y necesitamos nutrir nuestras conexiones entre nosotros, ahora más que nunca.
El crecimiento postraumático es real. Todo el trauma y el sufrimiento que hemos experimentado en nuestros años de formación nos han traído a este momento exacto de nuestras vidas. En lugar de intentar suprimir nuestras emociones, o establecernos en la creencia de que tenemos fallas, podemos usar estas experiencias para crecer.
¿Has escuchado del concepto de «Pronoia»? ¿No? ¡Googlealo! Me ENCANTA y lo vivo. Es la creencia de que la energía universal conspira para hacer un bien. Que el universo nos cubre las espaldas. Podemos sentirnos tentados a creer que todo este dolor fue en vano, que solo nos hizo frágiles e incapaces de encontrar una manera saludable de enfrentar el mundo que nos rodea. Esto, sin embargo, no es el caso. Todo lo que atravesamos se puede convertir en una fuente de crecimiento y nos inculca lecciones que nos beneficiarán en numerosas ocasiones.
Como Dr. Nicole nos dice en su cuenta de Instagram @the.holistic.psychologist: «como hijos adultos de hogares disfuncionales podemos ser resilientes, creativos, divertidos, ingeniosos y adaptables». Cuando nos sentimos deprimidos, o incluso lisiados, por nuestra falta de crianza, es importante recordar una cosa.
“Incluso en el dolor, se nos dan regalos para sobrellevarlo”.
Con cariño, Christina
